sábado, 9 de abril de 2011

Nunca existió una buena guerra y tampoco una mala paz. 

Perdonémosnos. Solo entonces conseguiremos la paz. 

En nombre de la paz, desatan guerras. ¿No tienen vergüenza?

Hemos corrido todo tipo de riesgo haciendo guerras. ¿No es hora de que nos arriesguemos también para conseguir la paz?

Ojo por ojo terminará haciendo que todo el mundo sea ciego.

La paz no es solamente nuestro objetivo final, sino también la única manera en la que lograremos nuestro objetivo.

Si la amas dejala ser, si la quieres dejala Volar. 

Es imposible hacer un apretón de manos con el puño cerrado.

Las verdaderas diferencias en el mundo hoy no son entre judios y árabes; protestantes y católicos; musulmanes, croatas y serbios. Las verdaderas diferencias se encuentran entre los que abrazan la paz y los que la quieren destrozar; entre los que miran hacia el futuro y los que se agarran al pasado, entre los que abren sus brazos y los que se empeñan en cerrar sus puños.

La Paz cuesta mucho, pero el gasto merece la pena.

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